martes, 16 de abril de 2013

Mini relato: Dibujo en sueños


A Sabrina le gustaba muchísimo dibujar. A los tres años, empezó a colorear los cuadernos que su padre le traía a la vuelta del trabajo. Ella tenía un estuche muy grande, dónde guardaba todos sus lápices de colores y sus retuladores. Tenía de todos los colores.

A medida que pasaron los años, la pequeña Sabrina aprendió técnicas de pintura y de dibujo. A los diez años ganó por primera vez un premio de dibujo, y cuando cumplió los trece, ya tenía más de cincuenta trofeos y diplomas. A Sabrina se le daba genial dibujar, y a ella, le encantaba.

Pero el tiempo pasó, y como todo, Sabrina dejó de dibujar.
No tenía tiempo para todo; Estudiar, hacer trabajos, deberes, las amigas... Así que dejó de lado su cuaderno y su estuche.

Pasaron los años, hasta que llegó el cumpleaños de Sabrina, cumplía dieciséis años. Estaban sus dos amigas, Nadia y Sheyla y su chico; Eric.
Lo conocía desde los catorce años y siempre habian sido muy amigos. Hasta que un día se declararon su bonito amor. Eric siempre se había portado muy bien con ella. Era un chico dulce, cariñoso, divertido, simpático, educado... Lo que se dice perfecto.

El día de su cumpleaños, tanto como su familia, como sus amigas y Eric, le ragalaron a Sabrina muchisimas cosas. Ropa, CD de música, acesorios... Pero Eric le regaló algo muy especial, algo que le llamó la atención a ella.

Era un paquete no muy grande, ni muy ancho. La joven lo abrió cuidadosamente y se quedó asombrada; Era un cuaderno de dibujo. Los ojos de Sabrina se llenaron de lágrimas y miró a Eric.
Las dos amigas no entendian nada, no sabian el porque de la situación.
Sabrina no sabia que Eric tenia presente sus gustos, y sus aficiones, pues, ella nunca le había hablado de ello.

-¿Como...?- preguntó dudosa Sabrina

Eric tragó saliva y se dispuso a responder

-Un día, en las acampadas de verano, mientras dormiamos, empezaste a hablar. Yo me desperté, ya que pensaba que me hablabas a mi, pero no era así, estabas soñando. Hablabas de tu padre, de los lápices de dibujo y de dibujar. Tu voz era muy extraña, estabas a punto de llorar.

En ese momento las lágrimas cayeron por sus mejillas. Sabrina se había acordado de su pasado, de su sueño. ¿Dibujaba en sueños? ¿Echaba tanto de menos dibujar?

Sabrina agarró con fuerza su cuaderno y lo dejó en la mesa. A continuación le dió un fuerte abrazo a su chico, y de mientras, pensaba, dónde estaría su precioso estuche, ya que tenía esas ganas de volver a cogerlo y volver a dibujar. Soñaba con volver a dibujar como antes.



6 comentarios:

  1. Es precioso *.* Lo único que he leído tuyo, pero estoy segura de que, en cuanto encuentre un huequillo, voy a volver ;)
    Bessitos ^-^

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  2. me facino este relato esta bello!!! y este diseño ademas de lindo esta unico y infinito de bello

    besitos!

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  3. ¡¡Es preciosoo!! :) Estoy impaciente por saber más. :3

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  4. Es increible como, en los relatos, tu hidtoria, etc utilizas diferentes metodos de escritura. Anonanada, Carla

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  5. precioso, muy precioso es lo mas bonito que escuchado

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